miércoles, 31 de octubre de 2007

Malas compañías

Se había arreglado con cuidado y cuando se miró al espejo se vio perfecta. El cine estaba lleno de parejas y le molestó ver que era la única que salía en solitario un sábado por la tarde. Cenó en una pizzería y constató de nuevo que, junto con otra chica, era la única persona sola del local. Miró a la otra y la compadeció. “Pobrecilla, cuántos granos y qué carita más horrible”. Entró un muchacho. “Este pobre tampoco es feo ni nada”. Cuando se besaron, encantados, felices, pensó que igual estaría bien tener otra compañía que no fuera su belleza.

3 comentarios:

SH765HT2 dijo...

Bien, las chicas guapas siempre tienen una nube de admiradores a su alrededor y tres o cuatro comparsas de su mismo sexo que, en teoría, no están tan buenas como ella. Jamás de los jamases se irían al cine solas o cenarían tristemente en una pizzería.

Son idiotas pero no tanto.

Ginebra dijo...

Vayaaaaaa... me acaba de joder el cuento, hombre.

SH765HT2 dijo...

No era mi intención, mire usted. Lo siento.