lunes, 17 de septiembre de 2007

Error

N'Koro se hurgó cuidadosamente los dientes con un palito y sonrió satisfecho. Ahora que no estaban, podía decir cuánto odiaba a aquellos despreciativos blancos. Eran tal altivos, tan orgullosos, tan mandones, tan ignorantes de la vida en la selva. Con esa manía de ir impecables, con sus botas y sus salacots blancos. Y siempre bebiendo aquel mejunje. Echó un vistazo al campamento. Aun quedaba una taza llena de aquella bebida. La cogió. El líquido seguía caliente. N'Koro bebió y al momento se arrepintió de haberse comido a todos los exploradores. Ya nunca sabría cómo se prepara un buen té.

4 comentarios:

aldara san lorenzo dijo...

Y con éste...... querida gin..... ¿¿Tiene ya tantos juegos de La Cartuja como pa'cernos ricas con un tenderete nel mercadillo????

Un placer leerle, como siempre.
Y su cuentito me ha traido a la memoria esa preciosidad de ¿poema? de Gustavo Pereira que empieza diciendo:
Los pemones de la Gran Sabana llamán al rocío Chiriké-yeetakuú, que significa Saliva de las Estrellas; a las lágrimas Enú-parupeú, que quiere decir Guarapo de los Ojos; y al corazón Yewán-enapué: Semilla del Vientre.

Ginebra dijo...

Pues no vea lo bien que quedo en Navidad regalando juegos de té a madres, abuelas, tías...

Anónimo dijo...

Después de probar la comida inglesa uno trata de sacarse el mal sabor de boca con lo que puede.

N'Koro sólo se adelantó a lo que ellos iban a hacer:

Uno de los pocos testimonios que existen de esclavos en el siglo XVIII son las memorias del súbdito del Reino de Benin Olaudah Equiano ("rebautizado" por su amo como Gustavus Vassa). Una vez obtenida su libertad Olaudah relató en sus memorias las primeras sensaciones una vez dentro del barco negrero: "Cuando recobré mi lucidez me hallé rodeado de algunos negros. Les pregunté si nos iban a comer aquellos hombres blancos de horrible apariencia, roja faz y pelo largo".
Y es que, según mencionan los autores Mannix y Cowley en la "Historia de la trata de negros", "la convicción de que los blancos eran caníbales parece haber sido general".

Ginebra dijo...

No me extraña. Visto cómo cocinan los ingleses, que nunca llego a identificar lo que como, yo también me habría imaginado lo peor.