miércoles, 9 de septiembre de 2009

Venecia

Tenía tantas ganas de venir a Venecia que cuando llegamos la ciudad me parece irreal. El portal de entrada es oscuro y las escaleras son estrechas y también oscuras. Subimos hasta la última planta. El piso es pequeño y todas las habitaciones están asomadas a uno de los canales. Massimo me explica que mañana, cuando amanezca, se verá luminoso. Pero eso será mañana. Hoy, ahora, en plena noche, está sumido en la penumbra; cansada como estoy, si me dejara arrastrar por las sensaciones me resultaría incluso un tanto siniestro. Abro el balcón del dormitorio y antes de asomarme me llega el sonido y el olor del agua. Recuerdo a Umberto, desdeñoso, "Venezia è bella, cara, ma ha un cattivo odore... el olor, uf, el olor tan malo". A Umberto, tan siciliano, se le ha llenado la boca con los defectos de esta ciudad del norte, desde la luz ("non c'è luce, la luz, cara, la luz, como quella del Sud") hasta la forma de cocinar, el olor y la actitud de la gente. De hecho no ha querido venir con nosotros. Massimo me ve asomada al balcón y me pregunta si está todo bien, si no hace demasiado frío con la ventana abierta. Se ríe cuando le digo que no me huele mal, que no huele a agua estancada sino que huele a agua profunda, a agua antigua. Massimo es veneciano, se ha criado aquí y dice que él no nota el olor; para él Venecia huele a su casa, a su infancia, al colegio.

La luz de la mañana, filtrándose por las contraventanas de madera, resulta mágica. Las abro y, aunque yo habría preferido estar en un cuadro de Canaletto, es como meterme en una película, la vista responde a todos los tópicos: ropa tendida, barcas yendo y viniendo, gente riendo y hablando de una ventana a otra. Massimo se asoma conmigo, me va traduciendo lo que dicen las distintas voces que oimos. Me quedo sola en el balcón, mientras él se ducha y se prepara para irnos a recorrer la ciudad, y me doy cuenta de que los edificios de la calle no es que no sean bonitos, es que son feos, ninguno de ellos se salva, pero el conjunto resulta espectacular. Se lo digo a Massimo y le pregunto si es la tónica general de la ciudad, sonríe y me dice que esta noche lo hablamos.

15 comentarios:

Sota dijo...

El cadáver en avanzado estado de putrefacción de la mujer más hermosa del mundo...

Edda dijo...

Gin, echaba de menos estos viajes. Me alegra su vuelta.

Wara dijo...

Pero ya se sabe que hay "feos" que llegan mejor que nadie al corazón, sean personas, edificios, ciudades, recuerdos...

Gabriel Ramírez dijo...

Gin, buenos días y bienvenida. ¿Cómo se te ocurre hablr de Venecia sin el sol escondido? Ainssss, no se puede contigo.

Gabriel Ramírez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
si, bwana dijo...

Espero darme una vuelta por Venecia donde no he estado nunca. A ver quién tiene razón sobre las aguas.

Anónimo dijo...

Doña Ginebra, espero que le cantaran el "Oh sole miiio, etc", mientras la conducían a través de los canales. ¡Que menos!

¡Bienvenida, se la echaba de menos!

Almudena dijo...

¡Bienvenida! cómo te he extrañado.

¿Fuiste a ver el palacio maldito?

Besos.

Sir John More dijo...

Ay, Venecia... Después de tus palabras, mas ganitas me entran de volver...

AlmaLeonor dijo...

¡Hola!
Bienvenida Gin, me alegro mucho de verla con ganas "literarias".
Venecia....
Yo no recuerdo ni mal olor, ni cielos nublados, ni nada de todo eso que se le achaca. REcuerdo las llegadas en Vaporetto, la gente inundandolo todo, el sol radiante, los tetrarcas que te vigilan y los gondoleros que cantan... bueno, estos más bien vociferaban, pero no quiero hablar de discordancias.
Lo bueno que tiene Venecia es que SIEMPRE será un cuadro de Canaletto...
Besos.AlmaLeonor

Anónimo dijo...

Por cierto, Ginebra, no se qué me gusta más: Sus post o sus comentarios a los comentarios.
Je, je.

¡Reciba usted un foxibeso!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Lupe dijo...

(yo quiero, Gin)
(además, eso de conseguir belleza con piezas feas me gusta mucho)

Anónimo dijo...

También podría haber ido a Doñana y pasear por sus marismas.

Ginebra dijo...

Sota:
Dicho así... un cadáver putrefacto siempre es un cadáver putrefacto.

Edda:
Gracias. Me alegra haber vuelto.

Wara:
Sí, depende del "alma" que tengan.

Gabriel:
Jo...

Bwana:
Pues... hay de todo, depende de las zonas.

Carlos ÇFox:
Uy sí! yo soy de lo más folklórico, de las que se suben a un coche de caballos para ver Sevilla y así.

Anjanuca:
Gracias! Una maravilla, ese edificio es una maravilla total.

Sir John More:
Es que septiembre es muy malísimo y Venecia muy atractiva.

Alma:
A mí es que Canaletto me puede.

Carlos Fox:
Como que son un lujo.

Lupe:
(Y a mí, es de lo que más me gusta)

JLRZ:
Anda! No se me había ocurrido!