Recorría la playa sin mirar el horizonte. Todos los días se perdía entre los restos que el agua dejaba en la arena y los miraba preguntándose si debía llevárselos a casa y ponerlos encima de la puerta o en el lateral de la cama, junto a los libros. Sabía reinterpretar aquellos objetos abandonados y darles de nuevo sentido, darles un sentido nuevo. Incorporaba a la suya aquellos gastados trozos de vida ajena y los convertía en propios. Empezó a ver cosas suyas tiradas por la arena. Un día vio que alguien recogía uno de sus restos, y se sintió rico.
(Lo siento, Siberia, sólo me salieron cien)
jueves, 26 de enero de 2012
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12 comentarios:
Con cien palabras ha quedado perfecto, no le falta ni una sola más.
Para algunos reconocible desde la primera frase, sin necesidad de echar mano de la explicación del paréntesis, alucino :)
.. debe de ser como lo de las cookies de internet, leemos algo y queda un rastro en alguna parte ahí dentro que luego identificamos en cualquier otro sitio ... sublime y subliminal ;)
Espero, Doña Gin, que el resto suyo que recogía esa otra persona no fuera una mierda.(con perdón)
me dio frío...
Primera vez que entro en tu blog... Tengo para entretenerme un buen rato durante estas 4 horas de examen :)
Creía que te habías retirado.
QuiaSint:
Estoy volviendo aunque, como puedes comprobar por la fecha, todavía muy activa no estoy.
Actívese, mujer!
Hágame usté el favó!
¡Qué alegría que hayas vuelto, Gin!
Hola, Ginebra. Ha sido agradable pasearme por tu blog, leerte. Lo haré más veces.
Un abrazo grande.
Hey there, I think your
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When I look at your
website in Firefox, it looks fine but when
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I just wanted to give you a quick
heads up! Other then that, amazing blog!
Here is my weblog ; Lawyers Tampa
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