martes, 26 de enero de 2010

Perspectiva

Siempre había odiado los diminutivos porque los temía. Cuando escuchaba alguno se acordaba de su abuela. La abuela siempre utilizaba el diminutivo, y cada vez que le llamaba (“¡Miguelín!”) le hacía sentirse pequeño, insignificante. Cuando la abuela murió le sorprendió lo chiquita que era. Él recordaba una abuela enorme, no la diminuta anciana que había en el ataúd. “Hola abuela”, susurró, “Ahora que no estás nunca más seré Miguelín; desde ahora por fin soy Miguel. Miguel. Miguel”. A medida que repetía su nombre, adulto, completo, se sentía crecer, se sintió importante. Desde ese día utilizó diminutivos con todo el mundo.

18 comentarios:

si, bwana dijo...

No sé por qué me da la impresión de que el tal Miguelín no mide más de
1 metro 60.
Cuando empiece a decrecer, por la edad, puede alcanzar el metro y medio sin ningún problema.

Cacique dijo...

Percepción más bien.Ya,ya sé que te encantan los diminutivos, jeje.

Outsider dijo...

Hay diminutivos que acompañan durante toda una vida independientemente del tamaño de su portador... miguelitos no conozco, pero si me se dea algún manolito o carmencita que no llegaron nunca a perder el ito/a.

Rodericus dijo...

El lenguaje si que es un arma de destrucción masiva, y no las tonterias que dijo Bush que habia en Irák después de una mañana de resaca.

Wara dijo...

Hay personas que piensan que al ser adultas ya no les cuadra el diminutivo, cuando en realidad, si lo han llevado toda su vida es como una seña de identidad, ¿no? Conozco a unas cuantas ...ita y una en concreto, con 86 años, ha iniciado una auténtica campaña para recuperar su nombre solemne. No sé con qué objeto, la verdad.

Besos, Gin.

Almudena dijo...

Todo depende desde donde se mire. Yo tenía una vecina de 5 años que decía que de mayor quería ser tan alta como yo. La pobre no entendía por qué todos se reían cuando lo decía.

Edda dijo...

Creo que el diminutivo marca la confianza. A veces no me molesta que lo utilicen, hasta me hace gracia, pero pobre de quien utilice el Mari... :))

Anónimo dijo...

¡Ay! Después de leer este post, Doña Gin, me he quedado rozando la eternidad.
¡Genial!

Luis dijo...

35 años, 1.88 metros, 92 kg..y me siguen llamando Luisito....quizá tenga que matar a alguien para que rebauticen!

García Francés dijo...

Dª Gin, con permiso, disculpe que me presente sin invitación. Es por lo de la muñecona de D. Bwana.

Creo que todos los jodios vecinos se enteraron porque la plástica gime muy alto cuando folla.

Un saludo, amiga.

Johan Bush Walls dijo...

En Guatemala todo mundo se refiere a todo con diminutivos. El comentario típico de un guatemalteco sería.

Le quedó bonitío su textito.

Salú pue.

Johan Bush Walls dijo...

En Guatemala todo mundo se refiere a todo con diminutivos. El comentario típico de un guatemalteco sería.

Le quedó bonitío su textito.

Salú pue.

Ginebra dijo...

Bwana:
Jo, pues yo que mido menos... ¿desapareceré?

Cacique:
Pero nada de nada, uf.

Outsider:
Sí, yo conozco a un Pepín que mide casi dos metros y la verdad es que siempre me ha parecido un nombre ridículo para él.

Rodericus:
Sí, sí, el lenguaje puede serlo todo.

Wara:
Hay quien lo lleva porque se lo han impuesto a fuerza de costumbre, no porque les guste. Recuperar su nombre, el que ellos quieren, es un acto de necesidad.

Anjanuca:
Bueno, es una aspiración estupenda porque seguro que se le cumple y así no se frustra como la mayoría.

Edda:
Claro, Mari, pero hay cariños (y confianzas)que matan.

Carlos Fox:
Muac!

Luis:
¿Pero le gusta o no? porque si le gusta para qué rebelarse, pero si no, igual debería dejarlo claro.

García Francés:
Qué jodía! Encima escandalosa! No soporto a las muñecas gritonas.
(me encanta verle por aquí, puede entrar cuando quiera, ya lo sabe)

Johan:
Ya, si ya sé que (además) todo es cultural.

Acis dijo...

Tu blog me resulta... inspirador, voy a seguirlo, y tus enlaces a otros blogs también, me va a servir de blog suma y sigue, ya que soy un recién llegado a estos mundillos. Dame algun consejo para leerte, porque me pierdo un poco. Gracias y muchos muaks.

Ginebra dijo...

Acis:
Bienvenido. Verás, yo soy simple como el mecanismo de un botijo y mis post se clasifican en:

Microcosmos - las chalaúras de mi vida diaria

Cien palabras - relatos completos en solamente cien palabras

Más de cien - ejem, esto sí está claro

Hombres - los hombres de mi vida

Otros mundos - viajes, desordenados, pero no espere una guía, son solamente impresiones y sensaciones


Le recomiendo todos los blogs amigos que tengo colgados al lado. Son magníficos.

Acis dijo...

Gracias, ginebra, ya he echado un vistazo a tus blogs amigos, y sí son estupendos alguno ya lo he agregado a mi blog, y seguiré merodeando por el tuyo cómo no. Un placer hacerlo y gracias por orientarme un poco.

Esperanza dijo...

Gin, tus microcuentos son excelentes, tanto éste como el anterior. Felicidades.

Anónimo dijo...

Qué manera más estupenda de narrar el complejo de inferioridad compensado mediante la técnica de bajar la estatura a lo/s demás.

Saludo

Aleph