miércoles, 22 de diciembre de 2010

Adiós 2010, Hola 2011

Albaricoque. Cada vez que alguien me pide que piense en una palabra bonita la primera que me viene a la mente es albaricoque. Luego se me ocurren muchas más, claro, y las veo bonitas en sí mismas, independientemente de su significado. Hay gente que cuando se le pregunta por una palabra bonita se pone trascendente y empieza a soltar palabras fijándose en su significado. Eso no lo he entendido nunca. Si las palabras son bonitas por sí mismas, a veces por su sonido, por su forma, por las sensaciones que nos transmite su pronunciación... Me piden que piense en una palabra bonita y me disparo. En cambio con los números me bloqueo. No hay manera de que los vea bonitos o feos. Para mí los números son números y ya está. Todos los años cuando hay que comprar la lotería de Navidad se montan unos pollos increíbles para elegir el número; pero es que la gente discute y todo porque el número que cada uno propone siempre le parece “el más bonito”. Y todos los años, cuando me preguntan si hay algún número que me guste especialmente, me encojo de hombros. Que me da igual, que para mí sólo son números. Ya, supongo que soy de letras. Por eso tampoco he entendido nunca la gente que se emociona cuando empieza un año con determinada cifra. Para mí los años no son buenos o malos dependiendo de la cifra que lleven, sino de cómo salgan. Claro que como los años no se pueden calar como los melones hay que esperar a que acaben para hacer balance. Este que acaba, por ejemplo, 2010, no me ha gustado nada así que estoy deseando que termine, y creo que, a pesar de que tengo memoria de pez, lo recordaré siempre como un año si no negro sí gris oscuro. El año que JB descubrió que la Administración tiene razones que la razón (ni nadie) no entiende. El año que la lluvia echó un pulso al tejado de casa y lo ganó (la jodía), y decidió conquistar techos y paredes poblándolos de mohos espesísimos de un bonito color verde oscuro y un olor repugnante, con lo que tuvimos que descabezar la casa en verano y cambiar el tejado enterito, además de tirar muebles, ropas, y otras cosas de las que no pensábamos habernos desprendido en mucho tiempo. El año que el neurólogo me tuvo meses experimentando en mi propia persona todas las pruebas con las que House tortura a sus pacientes (menos la punción lumbar, y menos mal, porque me han dicho que duele tela, y alguna cosilla más de la que también me libré) en busca del amenazador y devastador tumor cerebral que me habían prediagnosticado y que afortunadamente no apareció, para gran alegría mía y desconcierto de los médicos. El año trajo más penas, pero no las voy a contar para que no se me pongan tristes. Claro, el año ha tenido cosas buenas pero como se me ocurre ninguna, mejor corremos un tupido velo y organizamos una fiesta para celebrar que por fin se termina. El año que viene veremos cómo se ha portado 2111. Pásenlo bien y disfruten las fiestas.

12 comentarios:

T dijo...

¡Feliz Navidad, Gin! Y que el 2011 se porte mejor que éste que, es verdad, ha sido un espanto. Sin entrar en detalles.

Un beso.

Stultifer dijo...

Me preguntaron una vez qué animal querría ser y contesté que una bacteria. Me miraron. Feliz 2011 y siguientes.

la mahārānī dijo...

Sí, que se acabe ya el 2010.

Que empiecen por AL, aljibe me parece preciosa. Y albahaca, y alharaca. Le deseo alegría y mucha salud en el 2011.

Feliz Navidad, Ginebra.

si, bwana dijo...

Siento disentir; todas las palabras que empiezan por AL me suenan a moro. Prefiero una más española, por ejemplo: morrocotudo.
¡Felíz Navidad y Felíz 2011!

Melba dijo...

¡Feliz Navidad Gin!

A mí tampoco me dicen nada los números asi que le deseo un muy feliz año que viene.

Edda dijo...

Gin, ¿Me explica qué piensa hacer en los próximos cien años? :)
Espero verla por aquí el año que viene, eh. Que, como en éste ya ha cubierto el cupo de desgracias, seguro que sólo traerá buenas noticias. Feliz Navidad, Gin.

La Lupe dijo...

A mí me gusta "intriga". Que suena a misterio y a pan doradito, todo a la vez. Y sí, a la mierda el 2010 y a ver ese 2011 cómo se porta.
Besos, Gin.

ILONA dijo...

Mi palabra es "libélula".

Feliz 2011, Gin.

Arantza dijo...

Gin: le deseo un 2011 escandalosamente bueno. Para mí el año empieza fatal, pero bueno, me digo que una vez tocado fondo, esto sólo puede ir a mejor. También me alegro de que su fabuloso cerebro esté en buen estado, probablemente ese falso tumor sólo fue un desborde de talento. Un beso lleno de admiración.

Núria dijo...

2111? Anda ya! Pasando de vivir tanto, tía!

Besazo grande!

Ivanobicho dijo...

Escolopendra. Y mira que luego son malas ellas, esas miriápodas quilópodas, similares a las litobiomorfas.

Azul melocotón dijo...

Hace tiempo que ya no te escucho.

GIN, escribe que me gusta escucharte.

Habla, habla por favor para que te conozca mejor.

Gracias.