lunes, 19 de octubre de 2009
Control
Era una tarde aburrida. Encendió la tele. Ponían “Casablanca” de nuevo y se la zampó enterita. Al llegar al final dijo “Vete con ella, Rick, qué coño!”. Para su sorpresa Rick subió al avión. Asombrado hizo zapping y se detuvo en “Sonrisas y lágrimas”. “Mata a los putos niños” susurró, y la dulce María despeñó a los chavales montañas abajo sin dejar de cantar. Hizo varias pruebas y comprobó, asombrado, que aquello funcionaba, que podía cambiar los guiones a voluntad. Probó con el telediario y cuando vio que eliminaba el último terremoto de Pakistán se asustó y apagó el televisor.
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17 comentarios:
¡Vaya poderes que tiene el señor!
A ver si, con otro pequeño esfuerzo, consigue que ZP y Desatinos se queden definitivamente en Palestina.
Lástima!
Por una vez, sin que sirva de precedente, aconsejaria no apagar el televisor, la cosa empezaba a ponerse interesante.
¡Tócamela otra vez Sam!
Yo habría hecho una escabechina en los donde estás corazón y ésos.
¿Y en las pasarelas de moda? jaja.
Tener el mando es muy peligroso, Gin. No siempre se hace justicia.
Demasiado poder en la punta de un sólo dedo, para temblar, no me extraña. Por otro lado, pudiera ser que apagó la tele para pensar qué cambiar antes de que se le agotaran las pilas del mando, ¿no? porque quizá el control no durará más allá. En cualquier caso, complicado.
¡Que no!, ¡que no puede ser!
Vaya por delante que lo de Rick me lo creo. Está dentro de lo posible, y un cambio de guión no está de más. También me creo lo de los rubicundos mozuelos, tan comestibles ellos. El ser humano debe permitirse, tras tanta cancioncilla primaveral, una cierta licencia y hasta dejarse caer siempre convenientemente acompañado. Pero lo del telediario. ¡ No! ¡Que no me lo creo! Pretender cambiarlo eliminando guerras, explosiones, actos terroristas, insultos entre políticos, y malas, siempre muy malas noticias, ¡imposible! Seria como eliminar a los hombres de la faz de la tierra.
Escribir es como tener el mando en la mano ¿no?
El guión de Casablanca fué cambiando a diario durante el rodaje, y el finál podia ser cualquiera, todo encajaba en esa historia.
Y como dicen los yanquis :"Cuidado con lo que pides,porque iguál te lo conceden".
No sabían que hacer para que Rita se fuera y quedarse ellos dos solos... es obvio el mensaje gay, jajaja!
Venga, venga...que es un relato de ficción eh!
Dile que se cargue a Belén Esteban, por favor.
El control no hay que perderlo nunca, doña Gyn. Pásese por mi blog, donde ha sido usted condecorada con la distinción de "Fisonomista" al ser usted una de las ganadoras del concurso de hace un mes. Saludos!
No caerá esa breva Mr. bwuana. Por cierto, que recuerdo un libro de Tintín (Tintín en el Congo) en el que los negros que remaban en una canoa decían al unísono:
"U-elé, u-elé, maliba macasi" ¿Tiene usted idea de lo que significa?
Ignoro lo que significa esa expresión, Sr. Fox; lo investigaré en mi próximo viaje a Uganda.
Un saludo-
Bwana:
No sé yo si eso será pedir peras al olmo, eh.
Núria:
¿Verdad que sí?
Carlos Fox:
Pobre Sam.
Maharani:
Me apunto!
Edda:
Um... a veces la justicia está sobrevalorada :-)
Wara:
Ahora que lo dice, creo que nunca le he tenido que cambiar las pilas al mando de la tele... y mira que tiene años.
Isadora:
Jamía, qué incrédula.
Siberia:
Mmm... más o menos.
Rodericus:
Calle, calle, que eso lo pienso siempre y acabo cortándome muchísimo en mis deseos.
Virus:
Pero gay que te mueres, sí
:-))
Luis:
Hala! Ya se ha cargado usted la magia.
Puri:
Ésa está la primera, sí.
Carlos Fox:
Ah, yo tengo ese volumen, lo miraré.
Piterpsí:
Muac!!!
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