lunes, 24 de septiembre de 2007

Cambio de menú

Con ocho años, Pablo quiso ser titiritero. La culpa fue del "Circo Rubí", que se instaló en el descampado que había frente a su casa. Desde su habitación, Pablo veía a la cabra Casilda subir y bajar sin parar una escalera a son de pasodoble. Tras dos semanas de trompeta y tambor, los vecinos se hartaron de no poder dormir la siesta, y comenzó una guerra de insultos y amenazas que acabó con la partida extrañamente apresurada de los gitanos. Durante un mes el plato estrella del bar del barrio fue "chivo a la alpujarreña". Y Pablo se volvió vegetariano.

No hay comentarios: