viernes, 31 de agosto de 2007

Simón

Cuando el Jueves Santo la Legión procesionaba escoltando al Cristo de la Buena Muerte no sabíamos si nos gustaba más escuchar a los legionarios cantar el "Novio de la muerte", o ver a su mascota, Simón, un monito que desfilaba uniformado. El año que vino La collares cantaron demasiadas saetas desde la tribuna. Los legionarios aguantaban inmóviles. De pronto se oyó una voz: "¡Chamorro, coño...! ¡Sargento...! ¡El mono! ¡Que se la está cascando!". El sargento Chamorro guanteó a Simón, y acabaron las saetas. El año siguiente la mascota fue una cabra. Un legionario contó que Simón acabó con los titiriteros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda! Yo estuve en el primer Tercio, en Melilla!
Recuérdeme que le cante "El novio de la muerte" después del 2º cubata!
Un beso de tornillo
JB descielado

Anónimo dijo...

Mmm... qué bien!!! con lo que me pone eso, querido!!!