jueves, 19 de noviembre de 2009

Perversiones navideñas

Yo no sé si es que los servicios operativos de la ciudad se aburren o qué, pero cada año ponen antes las luces de Navidad y cada año las quitan más tarde. Y las quitan porque tienen que poner las luces de Carnaval (sí, sí, de Carnaval); y éstas las quitan por la Semana Santa, porque quedaría fatal que procesionaran las imágenes sangrantes y dolientes, que van casi luciendo vísceras, entre farolitos jolgoriosos con forma de máscaras y de notas musicales. Pero en cuanto pasa la Semana Santa y consiguen quitar la cera de las calles (que hay que oír los chirridos cada vez que pasa un coche: ñiiiiiiiiiiii, ñiiiiiiiiiiii, que da la sensación de que el coche derrapa de mala manera, y es que sí, que un poco derrapan de mala manera), hala, ya están otra vez colgando churiburris para la Feria. Y vuelta a empezar el ciclo festivo. A mí al principio, cuando llegué, me hacía gracia ese afán festero hasta que me dí cuenta de que lo hacen porque tampoco tienen mucho más que hacer, y a fuerza de repetir ciclos consiguen que todo sea siempre previsible hasta el aburrimiento. Vale, cada año ponen luces de Navidad distintas a las del año anterior, pero ni aun así. Además me he dado cuenta de que aplican puntualmente la consigna ésa de “recicla, reduce, reutiliza”. Bueno, aplican lo de recicla y reutiliza porque lo de reduce ni de coña, que cada año ponen los churiburris más grandes. Por ejemplo, el año pasado el Ayuntamiento sorprendió a los vecinos del pueblo colocando una especie de cruce entre reno y jirafa en todas las rotondas de la carretera. Eran enormes, ni que los hubieran criado con piensos compuestos, tanto que impedían la visibilidad de los cruces y ahí que íbamos todos los coches, a 30 y con más miedo que vergüenza. Y lo divertido fue después de Nochebuena, una noche que hubo un temporal de viento y un reno jirafesco salió rodando carretera abajo. Menos mal que fue de madrugada porque menudo susto encontrarte semejante bicho revolcándose por la carretera.La cosa es que a mí los renos mutantes aquellos me sonaban mucho pero no conseguía ubicarlos hasta que Kenya me dijo que eran los mismos que había puesto hacía tres años El Corte Inglés. Y ahí se me encendieron todas las luces de golpe, que parecía mi mente Cortilandia en plena exhibición: efectivamente eran los mismos engendrillos de reno. Yo estuve preguntando con quién había que hablar para pedir los renos esos, que me encantaría ponerlos en mi jardín y que se vieran desde la carretera. Anda que no iba a molar ni nada. Pero no hubo manera de enterarme, todo el mundo me ponía cara de asombro infinito, balbuceaba cosas ininteligibles y me mandaba a hablar con otra persona. Y así de oca a oca hasta que al final me fui al LIDL y al IKEA y me inflé a comprar mogollón de luces de colores con forma de corazón, de estrellas… para poner este año la casa como si fuera un restaurante chino.También compré un peluche con forma de comadreja, que por cierto, pensé que los niños suecos debían ser tela de raritos para jugar con comadrejas de peluche, pero a Bruno le encantó, igual me dieron el cambiazo en el hospital y el niño es nórdico. Y voy a empezar a poner las luces ya, como el Ayuntamiento, para que no me pase lo del año pasado, que por puritita pereza lo fui dejando y al final puse los adornos navideños en día 29 de diciembre, y los puse porque buscando un libro encontré una caja con el Nacimiento que me había regalado mi madre hacía unos meses. Vamos, hombre, no lo pongo y me deshereda. Este año no; ya le he dicho a JB que este mismo fin de semana voy a sacar todas las cajas de adornos de la casa para empezar la ambientación navideña. En eso sí voy a seguir las tradiciones de aquí.
No voy a seguir las tradiciones locales en cuanto a los dulces de Navidad, más que nada porque a mí eso de comprar tabletitas de turrón (de todos los sabores, aquí no se cortan un pelo en eso) en un puestecillo callejero en plena feria estival me da tanta mala espina como las manzanas cubiertas de caramelo. El algodón dulce me gusta. Ya, es una guarrada, lo sé, pero cada uno tenemos nuestros vicios. Este año no vamos a tener más remedio que comer mantecados y polvorones a porrillo porque Kenya se va de viaje de fin de estudios a Praga (menos mal, que hace dos años les dieron a elegir a los músicos de la banda municipal entre irse de viaje a Lisboa y a Benalmádena y eligieron Benalmádena, que está a un escupitajo de distancia del pueblo; yo creí que a Kenya le daba un ataque de la rabia que le entró) y están vendiendo dulces de Navidad para sacar dinero. Así que hoy han venido ella y Madagascar (que actuaba de ayudante) cargadas con montones de cajas supertentadoras. Han dejado las cajas y Kenya ha sacado un peluche con forma de pingüino. Muy mono. Monísimo. Bueno, me parecía monísimo hasta que Kenya me ha preguntado si quería un bombón y, ante mi sorpresa, le ha metido al pingüino la mano por el culo y ha sacado unos chocolatines. Madagascar y Bruno encantados, claro. Y yo me he quedado alucinada pensando quién habrá sido el pervertido que ha diseñado un peluche que echa bombones por el culo.

15 comentarios:

Sota dijo...

Aaaaaalgodooooon de azuuuuucaaaaaaar...

/me babea.

si, bwana dijo...

Después de tantos meses evitando la ingestión de cosas ricas (las que engordan) y habiendo logrado mantener el peso bajo control, es un abuso que empiecen a tentarnos ya con toda la parafernalia de las Navidades. Menos mal que todavía no he visto las bolitas de coco cubiertas de chocolate que son mi perdición.

Carmen Neke dijo...

Que no le gusta el turrón de feria pordió, si el turrón de avellana chorreante de pringue en agosto está que te mueres de rico!!!

Anónimo dijo...

Oiga Doña Gin, lo del pingüino "sodomizado" me ha encogido el corazón, xD! a dónde vamos a llegar.

Besicos y buen finde.

Rodericus dijo...

Como continuemos con la crisis, el año que viene los del corte britanico empezarán la navidad en Octubre, avisados quedais, después no os quejeis de haber fundido la "visa plomo" antes de Diciembre.

Siberia dijo...

Yo le doy al mazapán todo el año. Intravenoso, si hace falta. Y no uso la vía de administración del pinguino porque uno tiene su dignidad.

Anónimo dijo...

Las luces de navidad son un adorno para las zapaterías, una especie de publicidad subliminal, lo ponen un mes y medio antes porque emiten un mensaje silencioso que dice "compra..." "compra...".

Eider dijo...

Uy, qué faena, yo le había reservado una caja de polvorones y otra de bombones para su familia de usted. Mi hijo también se va de viaje findealgo, pero los polvorones se venden en cajas rectangulares de kilo y no puedo competir con la colonoscopia del pingüino.
Los bombones, eso sí, vienen en una bonita caja redonda en la que podrá muy bien guardar las bolas hasta el año que viene.
¿Alguien se anima?
Mimos

la mahārānī dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
la mahārānī dijo...

Yo ya llevo unos años de objetora de adornos porque siempre me tocaba quitar todo el montaje el día de mi cumpleaños, que cae cuando la vuelta al cole. Ahora que está en manos de mis vástagos, la parafernalia la colocan justo el día de recibir regalos y la terminan de desmontar para la semana blanca, cuando la gata ya no ha dejado ni una bola sana en el árbol.

Eso sí, si encuentro por aquí el pingüino ése me lo compro, que lo veo muy práctico como antídoto de la lujuria de las chocolatinas.

AlmaLeonor dijo...

¡Hola!
Gin, aún hay quien pone los adornos navideños más tarde que usted, o directamente no los pone, no se apure. Lo del pinguino tiene su "aquel". ¿No hay una organización en defensa de la dignidad de los peluches con forma de animal?
Besos.AlmaLeonor

Luis dijo...

A mi no me parece mal que reciclen y que reutilicen los renos-jirafa....se que voy a parecer el ogro de la Navidad con lo que voy a decir pero...por mi como si no ponen las luces de Navidad....en cuanto a lo del pingüino...el I+D es lo que tiene!

Ginebra dijo...

Sota:
Ains, qué rico.

Bwana:
Las bolitas de coco con chocolate! Qué ricas, pordió!

Neke:
Repuajjjjj

Carlos Fox:
El pingu me da una pena... uf

Rodericus:
Jo, yo ya he empezado.

Siberia:

Claaaaaro... como usted no engorda...

Peterpsí:
Yo creo que algo de eso hay, sí.

Eider:
A ver si se van de viaje de una vez ¿verdad?

Maharaní:
La cosa es que los chocolates culeros están ricos.

Alma:
Por lo que se ve no la hay.

Luis:
Bueno, a mí me gustan (las luces y los renos)

Scheherazade dijo...

No me conoces, ni te conozco (tampoco pretendo hacerlo...). Pero me ha encantado está entrada (tenía que decirlo).

Ginebra dijo...

Gracias, mariaxu, me alegro de verte por aquí (así sin conocernos ni nada)